Los adjudicatarios de las 14 nuevas viviendas de promoción pública de la calle Roca i Vinent, 10, de Maó, recibieron este lunes de manos de la presidenta del Govern balear, Francina Armegol, las llaves y la documentación de los pisos del Ibavi (Instituto Balear de la Vivienda) justo antes de entrar a las viviendas sintiéndolas ya como su nuevo hogar y planeando la mudanza inminente.
Las 14 unidades familiares pueden entrar a vivir cuando quieran puesto que tanto el agua como la luz, el ascensor y los servicios básicos funcionan con normalidad aunque no empezarán a pagar el alquiler hasta abril para que dispongan así de tiempo para avisar a sus caseros actuales y no tengan que pagar dos alquileres. El importe mensual se ha calculado con referencia al 30 por ciento de los ingresos de cada familia, resultando un mínimo de 204 euros y un máximo de 567 con gastos de comunidad y seguro incluidos. Disponen de un contrato de alquiler de siete años, hasta el 2030. La finca de cuatro plantas de altura más planta baja y sótano se ha construido -con un presupuesto total de 1,99 millones de euros más IVA - sobre un solar de 540 metros cuadrados cercano a la rotonda del cementerio, cedido por el Ayuntamiento de Maó.
Cambio de vida
Los nuevos inquilinos con caras de alegría, el llavero de madera y la carpeta con documentación y teléfonos de contacto del Ibavi, han recorrido sus futuros hogares observando todos los detalles y saludándose entre ellos.
En el acto oficial - realizado en la misma calle cortada al tráfico y con más de 70 asistentes - intervinieron el alcalde de Maó, Héctor Pons, el conseller de Movilidad y Vivienda, Josep Marí, la presidenta del Consell, Susana Mora, y la presidenta autonómica Francina Armengol quien ha hecho un llamamiento a los consistorios puesto que «sin los ayuntamientos es imposible realizar promociones de vivienda pública» y agradeció al alcalde de Maó las cuatro promociones realizadas en el municipio este mandato. También destacó la especulación y los precios desorbitados del actual mercado inmobiliario y recordó que la Administración pública debería garantizar el derecho a la vivienda. Resaltó la emoción y la ilusión no sólo de los nuevos inquilinos de las viviendas si no también de los gobernantes por poder hacer entrega como se había previsto de unos pisos excelentes, construidos con criterios de sostenibilidad ambiental y a los materiales de calidad, algunos de ellos de tradición menorquina como el marés además de madera y hormigón y con una cuidada estética, que aporta un valor añadido no sólo a los residentes si no al entorno.
El alcalde Héctor Pons recordó la planificación realizada por anteriores equipos de gobierno municipales para esta finca y las dos colindantes, así como las 40 viviendas dotacionales de la cercana calle Borja Moll.