La construcción de un bloque de viviendas sociales en la parcela del Clot de Santa Anna, en Es Castell, ha sido adjudicada por 7.456.900 euros (IVA incluido) a la empresa Antonio Gomila, S.A., con un plazo de ejecución de las obras de 20 meses. El calendario del proyecto contempla que comiencen este mismo mes de marzo, tal y como informó la alcaldesa de Es Castell en el último pleno del Ayuntamiento, por lo que si no hay contratiempos y retrasos, el edificio de la calle Pintor Vives número uno podría estrenarse a finales de 2024.
La obra salió a licitación por un presupuesto base con impuestos de 7.457.408 euros y un valor estimado del contrato de 8.135.354, en previsión de posibles prórrogas o modificaciones durante la ejecución del proyecto, que se ha convocado por el Institut Balear de l'Habitatge (Ibavi) con carácter de urgencia, justificada por la situación de emergencia habitacional que existe en las Islas.
El Ibavi ha tenido que revisar al alza los precios de sus licitaciones para que estas no queden desiertas, y este hecho ha sido reconocido por la Asociación de Constructores de Balears. De hecho, para construir el edificio de alojamientos en Es Castell se presentaron dos ofertas de pequeñas y medianas empresas, entre las que resultó más ventajosa la de Antonio Gomila.
El proyecto del Ibavi en este terreno se dio a conocer ahora hace un año, como resultado del concurso de ideas para su diseño arquitectónico. El ganador fue el proyecto que firma el equipo formado por Oriol Valls Guinovart e Izaskun González Barredo y que se llama «Esclat des Clot» o estallido del hoyo, del cual el jurado, formado por un equipo internacional de arquitectos, representantes del Ibavi y arquitectos municipales, destacó la estructura del edificio propuesto y su organización constructiva, así como la utilización del lenguaje arquitectónico del lugar y los materiales que garantizan la integración paisajística. El Ayuntamiento de Es Castell también destaca que el proyecto cuenta con un alto nivel de eficiencia energética e incorpora la perspectiva de género como criterio transversal en el diseño de las viviendas. Por otro lado, la planta baja de esta nueva promoción de pisos será cedida por el Ibavi para usos municipales, y servirá para reubicar algunos servicios como policía y área social.
Lo que falta son casas de protección oficial a la venta, a las que los menoquines puedan comprar, porque ya sabemos que todos estos edificios son destinados a un alquiler social y ya sabemos para quien son.