Con motivo del 100 aniversario del Club Nàutic Ciutadella, y a sugerencia de la comisión responsable de los actos del centenario, la junta directiva de la entidad aprobó la renovación de su logotipo. Una decisión que no ha sentado bien a un sector de los socios, que reclaman que la medida pase por la asamblea general.
Son 42 de los 758 socios del CNC los que solicitan que el cambio de imagen sea sometido a la opinión de su máximo órgano de decisión. El expresidente del club, Rafel Torrent, encabeza este movimiento, defendiendo que la Ley de la actividad física y el deporte de Balears (2/2023), en su artículo 69, explicita que el logotipo viene fijado en los estatutos, que por otro lado, dejan patente que, para la «modificación, reforma o derogación» de los mismos, es preciso convocar una «reunión extraordinaria de la asamblea general».
Sin embargo, la directiva mantiene una opinión contraria. «El cambio de logotipo lo puede impulsar la directiva y, si dentro de cuatro años se quiere cambiar, se podrá hacer, es reversible», señaló el presidente, Gonçal Moll. Es más, aseguró que la idea es firme y se va a mantener esta imagen, que la junta encargó al diseñador gráfico local, Ivan Khanet, quien hizo varias propuestas, entre ellas, la finalmente elegida.
Obras y acto del centenario
Este cambio en su imagen corporativa viene a colación de los actos por el centenario de Es Nàutic. Efeméride que viene acompañada por las obras de reforma de la sede social del club. Una actuación que «ha sufrido un retraso», debido a «la sustitución imprevista de ochenta y ocho vigas de hierro que se han tenido que reforzar». Aún así, «las obras van a buen ritmo» y se prevé que las dos plantas superiores queden concluidas en abril. Tanto es así que cuentan con que el día 22 se celebrará en estas salas el piscolabis posterior a la gala conmemorativa del centenario. Al acto, en el Teatre des Born (19 horas), está invitada la masa social del club y es donde se dará a conocer el logotipo de la discordia.
Por último, en mayo, se trasladará el bar a un piso de arriba, para reformar la planta baja sin tener que frenar su actividad. Lo que sí se retrasará será la intervención en el piso inferior, que «quedará para después del verano», concluyó Moll.