El nuevo Plan Insular de Vivienda 2022-2026, el programa de Lloguer Ètic, las ayudas a la pobreza energética más el futuro Centro de Baja Exigencia (CBE) y su esperada puesta en marcha fueron algunos de los temas tratados en la reunión anual de la Mesa Insular de Vivienda, celebrada ayer en el Claustre del Carme de Maó con la participación de administraciones y entidades sociales.
La consellera insular de Ocupación, Vivienda y Cooperación local, Cristina Gómez, detalla sobre el CBE de la calle Borja Moll de Maó, esquina calle Roca i Vinent, que falta una enmienda en el proyecto de instalaciones referida a las fachadas y el patio. «Habrá que hacer una adenda al proyecto, que ya está hecho e inmediatamente, en la nueva legislatura, licitar las obras y empezar a diseñar la gestión del servicio que será vía licitación -concurso público- o vía concertación social» explica Gómez. La consellera aclara que el Centro de Baja Exigencia se creó como servicio del Consell, se aprobó un reglamento de funcionamiento en plenario, y se compró el local en planta baja al Ibavi, que por su parte cedió el patio para el equipamiento social.
Larga espera del servicio
Desde Caritas, Guillem Ferrer, secretario general, informa que la entidad promovió este tipo de centro hace más de cinco años y que valoran «muy positivamente que sea un servicio aprobado y parece que en los primeros meses de la próxima legislatura se pondrá en marcha la licitación o concertación para llevar el CBE». Apunta que «la administración ya sabe que cuando ponga en marcha el CBE de Maó tendrá que hacer uno en Ciutadella, ya llegamos tarde». Explica que el centro estará «dirigido a personas vulnerables, gente que no tiene vivienda y necesita un espacio de referencia para tener un punto de conexión, de limpieza...». Un perfil personal que en Caritas conocen bien, tanto en Maó como en Ciutadella, donde les ofrecen servicio de lavandería.
Desde Maó, el concejal de Servicios Sociales, Mayores y Vivienda, Enric Mas, valora que «se han expuesto los retos que hay. Hay muchas iniciativas, que están por hacer. Pero el tiempo juega en nuestra contra porque la situación de emergencia es una realidad actualmente. Valoramos positivamente que existe muy buena sintonía entre todas las instituciones y compartimos la misma voluntad». Y desde el Ayuntamiento de Alaior comentan sobre el CBE que es una infraestructura necesaria y un reclamo histórico de los servicios sociales. Ven muy positivo que se haga, en espera de que el perfil de acceso sea más amplio que en las casas de acogida.
El apunte
Aumento de personal para el Lloguer Ètic del Consell
Uno de los puntos tratados en la Mesa de Vivienda fue el desarrollo del Lloguer Ètic del Consell y su nuevo modelo de gestión. Carla Gener, directora insular de Vivienda, Participación Ciudadana y Voluntariado, resume que el «alquiler ético sigue como estaba, es decir: se mantiene, se acaba la prueba piloto y se consolida».
El nuevo modelo de gestión se detallará en los pliegos de la Oficina de Vivienda con participación de los servicios jurídicos del Consell pero Gener ya avanza que «las dos trabajadoras que están ahora a media jornada pasarán a jornada entera y se suma más personal. Esto es una buena noticia. Es una apuesta fuerte porque el proyecto funciona, es una vía, un camino, que no se puede abandonar», concluye.
Cristina Gómez, consellera de Vivienda e impulsora del Lloguer Ètic desde sus inicios, explica que «empezó como un programa piloto, y estos programas y su personal tienen una duración acotada de máximo tres años, más uno, más otro excepcional y ahora ya se está acabando. Lo que solicita la Secretaría y la Intervención del Consell para continuar es que pase a servicio consolidado. Haremos que la captación de pisos y acompañamiento de familia también se haga en la Oficina de Vivienda y tanto la oficina como el Lloguer Ètic pasen de programa piloto a servicio consolidado». El servicio se creará en los dos próximos años, detalla Gómez, y «ahora licitaremos a corto plazo, a dos años, uno más uno, y de forma inmediata se van creando los servicios, de oficina de acompañamiento y el de alquiler ético, que quedaran integrados».
En el programa de alquiler ético del Consell se encuentran más de veinte pisos alquilados por precios entre 350 y 750 euros. Gómez opina que «está muy bien y además de los 23 pisos, está la otra línea de ayudas, la de los propietarios que ya tenían inquilinos, que cuando acaben contrato con ellos, si no repiten, ampliarán la bolsa de pisos. Si el inquilino repite pues adelante, si el propietario está contento con el inquilino es perfecto». El Lloguer Ètic está disponible para propietarios de viviendas en toda la Isla.