El material extraído del dragado de la dársena no presenta indicios de contaminación, aseguran fuentes del Ports de les Illes Balears. Está a la espera de ser trasladado a un vertedero autorizado, presumiblemente Milà, adonde fueron a parar diez años atrás los lodos del dragado realizado en el puerto de Maó.
Los del puerto de Fornells, menos voluminosos, permanecen depositados desde hace dos meses en la parcela municipal situada a la entrada a la población. Proceden del dragado de la dársena de amarre de las embarcaciones con base en este puerto, tanto pesqueras como recreativas o deportivas.
El dragado de la dársena es uno de los aspectos incluidos en el proyecto como medida para la mejora del calado de los muelles, al igual que mejora de la operatividad en todo su ámbito.
La declaración oficial de ausencia de contaminación no acaba de tranquilizar a los vecinos. Algunos, apelando a conversaciones con personal autorizado de la reforma, mantienen la sospecha de toxicidad en parte del material. Dicen conocer que en el contrato original figuraba una partida para el tratamiento de los lodos contaminados que, según aducen, albergaba una zona concreta de la dársena.
El hecho de que después de varias semanas no hayan sido trasladados del lugar o que no hayan sido aprovechados como relleno de la escollera incrementa las dudas vecinales. También las molestias, por hallarse justo a la entrada de la población junto a un paseo marítimo deslucido aún por la maquinaria y el material necesario para las obras.