Los gatos callejeros se reproducen sin control en Alaior, especialmente en urbanizaciones como Cala en Porter, Son Bou o Torre Solí, donde ganan presencia por la falta de esterilización. Son más de 500 felinos los que nutren las 33 colonias detectadas en el municipio, donde se podría duplicar el número de ejemplares si no se desarrolla pronto un control poblacional de los gatos. Es la advertencia que lanzan desde la Protectora de Animales de Maó, que lamentan no haber podido esterilizar aún ni un solo felino que deambula por Alaior debido a que el Ayuntamiento «no ha destinado ninguna cantidad económica para ello». Denuncian la «falta de asunción de responsabilidades» por parte del Consistorio, a quien atribuyen que las hembras sin esterilizar sigan criando cachorros «a razón de tres o cuatro cada cuatro meses».
Reproducción masiva
«El trabajo realizado hasta ahora caerá en saco roto», avisa Marga Pons, portavoz de la Protectora de Animales de Maó. Pronto entraremos en la segunda mitad de 2023 y las gatas nacidas a comienzos de año estarán listas para reproducirse cuando tengan su primer celo alrededor de los seis meses de edad. Esta situación se juntará con la que deriva de las hembras que hayan parido dos meses atrás, que entrarán otra vez en celo pudiendo quedar de nuevo embarazadas. «La población de gatos podría crecer a un ritmo exponencial», vaticina Marga Pons.
Para evitar el descontrol de las colonias de gatos callejeros, la Protectora de Animales de Maó colabora todos los años con los ayuntamientos de la Isla, que destinan una parte del presupuesto a la práctica del método CER, enfocado en la captura, esterilización y retorno de los felinos. Algunos consistorios se acogen a la firma de un convenio de colaboración que «no es necesario, es optativo, lo que sí es obligatorio es que la Administración se haga cargo del control de la población de gatos», insisten desde la entidad.
Asimismo, resaltan que, con la nueva Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, que entrará en vigor en septiembre, se ampliarán las responsabilidades de los consistorios en este asunto. «No solo tendrán que cubrir la esterilización de los gatos callejeros, sino también su identificación, desparasitación y vacunación», subraya Marga Pons.
Los gatos son necesarios para controlar la proliferación de ratones y cucarachas. Si en Alaior hay muchos gatos, entonces tráiganlos a Binibeca/S’Atalaya donde la cantidad ha disminuido considerablemente desde que esa campaña de esterilización entró en vigor.