Los hoteles menorquines han cerrado el mes de mayo con una ocupación media del 51,3 por ciento, casi dos puntos porcentuales menos que en 2022; pero con una considerable mejora de los indicadores de rentabilidad gracias al incremento de precios. El descenso de la ocupación se produce, eso sí, con un ligero incremento de la oferta de plazas abiertas, según los datos de la Encuesta Hotelera de Ocupación hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El precio medio por habitación que han pagado los clientes durante el mes de mayo se ha situado en los 86,61 euros, lo que representa un incremento interanual del 11,3 por ciento, marcando la mayor cifra histórica en un mes de mayo. Debido a ese incremento de los precios el principal indicador del sector, el Revpar (ingresos por habitación disponible) se ha elevado hasta los 51,4 euros, un 12,8 por ciento más que el año pasado. También en este caso el valor es el más alto de la serie histórica.
La ocupación más baja
La ocupación media de los hoteles menorquines ha sido la más baja de Balears. En Mallorca, los establecimientos hoteleros han logrado una ocupación media del 68,67 por ciento. En Eivissa y Formentera ha sido del 67,9 por ciento, ambos porcentajes alejados de la realidad de Menorca, donde -recordemos-, la ocupación media se ha situado en el 51,3 por ciento.
Durante el primer mes de la temporada se han registrado en los hoteles de la Isla un total de 516.930 pernoctaciones, un 3,8 por ciento más que en el mes de mayo del año pasado. El 78,2 por ciento de esas noches de hotel las han pagado clientes extranjeros, un 4,5 por ciento más. Las pernoctaciones del mercado nacional han crecido en menor medida, un 1,7 por ciento. En cuanto a la estancia media en los hoteles menorquines, en el mes de mayo se ha situado en 5,2 días, ligeramente por encima del mismo mes del año pasado, cuando fue de 5,07 días.