Tras quedar desiertas las dos licitaciones para las concesiones de las cuatro viviendas del Carrer des Governador, Ports de les Illes Balears está valorando si proceder a un tercer intento o bien optar por remodelar los inmuebles y darles otra utilidad. Esto es, precisamente, lo que desea el Ayuntamiento de Es Mercadal, desde donde pretenden que se les cedan los edificios y también la Caseta des Contramestre, para darles un uso social.
Según exponía ayer el alcalde Joan Palliser, el concurso «ha quedado desierto dos veces», algo de lo que, en realidad, se alegran comerciantes y el propio Consistorio, ya que «no nos gusta la idea que se puedan instalar allí más restaurantes», como era la idea inicial del ente autonómico.
«Al Ayuntamiento le interesa que se nos cedan los inmuebles, para usos sociales, junto con la Caseta des Contramestre, cuando Ports traslade sus oficinas a Es Pla», junto al muelle.
De las viviendas que hay, «una de ellas no tienen ningún valor arquitectónico, ni paisajístico, y se podría derribar», mientras que «otras dos quizá se puedan mantener» y rehabilitar en función de la utilidad que se les pueda dar.
En cualquier caso, estas opciones todavía tienen que discutirse con Ports y la Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua.
Si finalmente el gobierno de la comunidad autónoma renuncia a adjudicar estas edificaciones para convertirlo en restaurantes, atenderá a la demanda de los restauradores de Fornells, que consideran suficiente la oferta gastronómica existente en el puerto del norte de la Isla.