La 34ª edición de la Escuela de Salud Pública de Menorca (ESMP) echó a andar este lunes con la presencia de unos 200 alumnos y alumnas en la presentación celebrada en el Llatzeret, tan solo una «pequeña» muestra de los más de 650 inscritos registrados para un evento que se extenderá hasta el próximo miércoles 27 de septiembre.
La consellera de Salud del Govern, Manuela García Romero, recordó la importancia del cuidado de la salud mental para nuestra sociedad, motivo por el cual quiso destacar la creación de una nueva dirección general de salud para «promover el bienestar emocional de las personas y afrontar uno de los grandes males de este siglo».
Los representantes políticos de las diferentes instituciones insulares y autonómicos fueron los encargados de abrir el acto | Katerina Pu
Un total de diez cursos
Si bien este mismo lunes ya han dado comienzo seis cursos, todavía quedan cuatro más por iniciarse.
Estos primeros tratan, aparte de la salud mental, temas como la alimentación, la gente mayor, el urbanismo sostenible o el racismo. Así pues, estos reciben los nombres de «El desafío de trabajar la alimentación en atención primaria: la necesidad de intervenciones grupales y orientación comunitaria», «Determinantes sociales del uso de tecnologías disruptivas para los cuidados y la salud pública», «Metodologías participativas para explorar el territorio: innovando en los diagnósticos comunitarios enfocados en la acción», «Salud mental: sola no puedes, con la salud pública sí», «Divulgación y comunicación científica para la Salud Pública y la transferencia de conocimientos» y «¿Ciudades saludables para quién? Un abordaje del urbanismo desde la salud pública, la gobernanza en salud y los determinantes sociales».
Además, diferentes expertos se reunieron para debatir en torno a «Cómo afrontar el suicidio en personas mayores» y en la Sala de Exposiciones de Sant Antoni se llevó a cabo la primera sesión del taller performativo sobre violencia de género a través del arte.
El director del congreso, Maties Torrent, aseguró que se mantiene «la vocación por ofrecer una visión lo más amplia posible de la salud», convirtiendo así al Llatzeret en «un espacio muy importante de formación e intercambio».