Varios docentes de la Isla han unido fuerzas para impulsar el Grup de Recerca en Educació de Menorca con vistas a analizar la realidad educativa a nivel insular y hacer propuestas para mejorarla. La iniciativa, indican los miembros fundadores de la agrupación, surge a raíz del «desánimo poco manifiesto» que los profesionales de la educación arrastran desde hace algunos años y que se concreta en «la poca valoración social que hay hacia el profesorado, el aumento de las exigencias administrativas y burocráticas de los docentes y la desigualdad en el reparto de la riqueza que afecta a los alumnos en las aulas».
La combinación de estos tres factores, aseguran desde el Grup de Recerca en Educació de Menorca, complica la gestión en los centros educativos de la Isla y agrava el estrés y la pérdida de ilusión de muchos maestros y profesores. «No pretendemos corregir ni sustituir a nadie, solo tratamos de ayudar dando voz a las personas que trabajan y conocen los centros docentes», aclaran. Defienden, asimismo, que su intención es concretar los problemas más relevantes que merman la calidad de la docencia en Menorca y aportar conocimientos y experiencias para encontrar respuestas que puedan mejorar tanto la labor de los profesores como la afección de los alumnos por la escuela.
Antecedentes
No es la primera vez que surge un grupo de estas características. De hecho, los miembros de esta iniciativa recuerdan que en las últimas dos décadas la sociedad menorquina con estudios superiores ha pasado de representar en torno al 8 y 9 por ciento de la población a significar el 50 por ciento gracias a años de trabajo de colectivos que unieron fuerzas creyendo que la educación era una herramienta de progreso social. «Ahora, partiendo de una realidad nueva, hay que reiniciar este proceso», apuntan desde el Grup de Recerca en Educació de Menorca, para poner en valor qué representa enseñar y educar y para recuperar la idea de la educación como un proyecto a largo plazo.