El Observatori de la Infància i la Família de Menorca ha remitido al Consell una propuesta de informe, para lograr un uso educativo y saludable de las pantallas en los entornos con menores de 0 a 3 años. Es decir, para provocar una «reflexión urgente para avanzar hacia el diseño y aplicación de medidas para una convivencia digital saludable».
Este documento se ha presentado ante la institución insular, partiendo de las advertencias lanzadas por equipos de especialistas, que apuntan a los daños que está causando en la primera infancia la sobreexposición continuada a dispositivos digitales y pantallas. Concretamente, tras el «diagnóstico y el análisis psicopedagógico» que hace el «Manifiesto sobre el uso de las pantallas para promover un desarrollo saludable en la primera infancia (de 0 a 6 años)», elaborado por especialistas, entre ellos, el menorquín Vicenç Arnaiz.
Igualmente, recoge el informe las valoraciones hechas en las XIII Jornadas de Educación Infantil de Menorca: Infancia y pantallas, y las aportaciones de la guía «Las tecnologías digitales en la infancia, adolescencia y juventud», de la Generalitat de Catalunya.
Riesgos serios
En todos los casos, se pone de manifiesto que la sobreexposición continuada a pantallas de los niños de 0 a 3 años tiene efectos en su desarrollo cerebral, físico y emocional. «Cada vez hay más evidencias de los riesgos en el desarrollo de los más pequeños», y «se ha demostrado que pueden ser los causantes de dificultades en la adquisición y expresión del lenguaje, menor capacidad lectora, problemas neuromusculares, más riesgo de sobrepeso y obesidad, alteraciones del sueño, trastornos visuales, menos capacidad de regulación emocional y problemas de conducta, así como una sintomatología depresiva y de ansiedad en edades más avanzadas». Se trata, por tanto, de «trastornos médicos, psicosomáticos, neuropsiquiátricos, cognitivos, motrices, denunciados por colectivos pediátricos y psicólogos clínicos», apuntan en su informe desde el Observatori.
Por otro lado, teniendo en cuenta que la legislación vigente atribuye a las instituciones públicas de Balears las competencias para hacer tomar consciencia sobre el uso de las tecnologías de la información y la comunicación y, a su vez, para facilitar herramientas para fomentar el uso seguro y responsable, desde el Observatori hacen una serie de propuestas, a distintos niveles.
Análisis y acciones
De entrada, se propone elaborar un diagnóstico, mediante la recogida de datos cualitativa (con entrevistas y cuestionarios a los docentes) y cuantitativa (con formularios anónimos para las familias) sobre hábitos, dispositivos, aplicaciones o tiempos de uso.
Además de las iniciativas ya desarrolladas en la Isla (formaciones específicas, la campaña «De 0 a 3 res de pantalles», acompañamientos a familias), el Observatori recoge las actuaciones, en tres ámbitos, que sugiere la comisión de trabajo Tallafocs per al Benestar de la Primera Infància. Así, en las escoletes, proponen crear una normativa (prohibiendo el uso por parte de los docentes en horari lectivo) y que sean declarados espacios libres de pantallas. La idea es que allí se conciencie a los adultos sobre los riesgos para el desarrollo de los menores, habilitando un teléfono, para que la directora pueda atender llamadas urgentes, entre otras.
Referente a las familias, sugieren ampliar la oferta de los Espais Familiars, promoviendo espacios de juego sin pantallas, con alternativas a los dispositivos digitales, organizar ciclos de charlas con expertos en neurociencia, infancia y desarrollo, y editando material informativo sobre el impacto de las pantallas y las alternativas.
Por último, en cuanto a los profesionales de servicios públicos (bibliotecas, equipamientos deportivos, servicios sociales), el Observatori contempla su capacitación para saber identificar síntomas propios de trastornos provocados por usos inadecuados, para poder prevenir y actuar, a partir de unos conocimientos básicos. Así, serían necesarias campañas informativas permanentes para los profesionales y, a su vez, se eliminarían libres de pantallas espacios como bibliotecas infantiles, instalaciones deportivas que acogen a niños o salas de espera de pediatría. Asimismo, lanzan la propuesta de promover espacios de juegos en tiendas, restaurantes (ya hay precedetes), en sinergia con las asociaciones de comerciantes.
Las claves
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Declarar las ‘escoletes’ espacios libres de pantallas
Eliminar el uso de pantallas en las unidades de 0 a 3 años, salvo en casos de necesidades especiales que lo requieran. Prohibir el uso de móviles a docentes y adultos y habilitar un teléfono para la directora para atender llamadas urgentes.
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Informar a las familias de riesgos y trastornos
Concienciar a las familias de los trastornos en las relaciones afectivas que provocan las pantallas. Ampliar la oferta de los Programes d’Espais Familiars, charlas con las familias y edición de un díptico de riesgos y alternativas existentes.
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Capacidad para detectar síntomas de trastornos
Que los trabajadores de servicios públicos puedan identificar usos inadecuados, para desaconsejarlo a los adultos. Iniciar campañas de sensibilización, promover espacios de juego y mantener los espacios públicos sin pantallas.