El cuerpo sin vida de una vaca apareció este fin de semana en el macar de Binillautí, próximo a Cala Mesquida, en Maó. No es la primera vez que el mar deposita ganado muerto en la costa. El origen de esta res, que el servicio de limpieza de playas deberá retirar y trasladar a Milà, se desconoce por ahora.
Los anteriores casos han estado relacionados con el tránsito de buques ganaderos por el Mediterráneo, que arrojan por la borda las reses que mueren en un trayecto largo y penoso, en ocasiones con origen en América y destino en Oriente Medio.