El Ayuntamiento de Ciutadella abrirá en enero de 2025 las estancias, ahora cerradas, del edificio consistorial, que serán objeto de reforma y rehabilitación en los próximos meses y que completarán el proyecto de recuperación del antiguo Palacio del Gobernador, en el que se han invertido casi 1,9 millones de euros procedentes del impuesto a los turistas.
El conseller de Turismo, Cultura y Deportes, Jaume Bauzà, ha anunciado este miércoles que este espacio se añadirá al nuevo paseo abierto al público para ampliar así el recorrido de la visita turística del edificio catalogado, que es parte del recinto amurallado de Ciutadella protegido como bien de interés cultural (BIC).
El conseller de Turismo acompañado por la alcaldesa de Ciutadella, Juana Mari Pons, ha visitado este miércoles las reformas y rehabilitación de las 'Cavallerisses' y el 'Molí de Sang' de antiguo Palacio del Gobernador, un proyecto que recibió en 2017, en su primera fase, una subvención de 798.948 euros del Impuesto del Turismo Sostenible (ITS) y tiene como objetivo mejorar la promoción turística de la ciudad. La segunda fase del proyecto contó con una subvención directa, otorgada en 2022, por valor de 1,08 millones de euros.
Por su parte, la alcaldesa ha agradecido el interés de Bauzá, añadiendo que «este proyecto permitirá ampliar el legado histórico y cultural que Ciutadella quiere compartir, a partir de enero de 2025, con la ciudadanía y con los miles de turistas que visitan la ciudad cada año».
Historia
El Palacio del Gobernador era el antiguo Real Alcázar, construido sobre el Qsar de la Madina Manürka, que contaba con un recinto amurallado dentro de la muralla de la ciudad. Este Alcázar sufrió grandes daños durante el asalto turco de 1558. Las bóvedas, fechadas en 1588, proporcionan información sobre su reconstrucción. En 1878, el edificio fue cedido al Ayuntamiento de Ciutadella por Real Orden del 7 de diciembre.
Se acordó adaptarlo como sede del Ayuntamiento siguiendo el proyecto del reconocido arquitecto Enric Sagnier Villavecchia, autor de numerosas obras significativas en la Barcelona del siglo XX. Esta intervención supuso una ampliación del Real Alcázar, que prácticamente había mantenido su configuración desde 1595, según un plano del Archivo de Simancas, considerado el plano más antiguo.
Durante los años siguientes, el edificio sufrió modificaciones y ampliaciones sin control alguno, que han deteriorado la contemplación del bien catalogado, su imagen y la estructura portante del edificio. Además de realizar diversas compartimentaciones interiores que han alterado la estructura original del edificio, se construyeron una serie de anexos a las fachadas norte y sur, así como un cuartel de la Guardia Civil sobre el baluarte.
Ahora, con este proyecto se pretende llevar a cabo la reforma y rehabilitación de una serie de estancias que todavía permanecen cerradas y que confrontan con este nuevo paseo abierto al público, con el objetivo de ampliar el recorrido de la visita turística del edificio catalogado, el cual se encuentra en un recinto amurallado declarado Bien de Interés Cultural (BIC).