La Dirección General de Costas del Govern ha autorizado la instalación de sendas marinas secas en Es Murtar y Sa Mesquida con capacidad para siete embarcaciones en cada una de las calas, pero no permitirá ni la colocación de hamacas ni de un quiosco para servir comidas y bebidas sobre la zona de dominio público-terrestre. Lo tuvieron que aclarar ayer desde la Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua, que por error había dado a entender en una nota de prensa que se podrían autorizado servicios para los bañistas en dos zonas básicamente utilizadas por los vecinos.
Lo que ha hecho la Dirección General de Costas es dar respuesta a la solicitud del Ayuntamiento de Maó, que ayer también quiso salir al paso para aclarar que lo aprobado ahora sirve en la práctica para que las cosas sigan como estaban, después de que en 2022, tras la negativa de Costas a la reclamación municipal de una concesión administrativa, decayera la autorización temporal que ya permitía la varada de embarcaciones.
El año pasado los propietarios de barcas no pudieron dejarlas en la zona. De hecho ya no podían desde julio del año anterior, pero el Ayuntamiento no les comunicó que la autorización había decaído, lo que hizo que el Consistorio fuera penalizado con una sanción de 10.000 euros, según explicaba ayer el alcalde del municipio, Héctor Pons, que tras el error de la Conselleria tuvo que tranquilizar a vecinos y veraneantes de las dos calas situadas al norte del término municipal.
Aclarado el entuerto, el detalle de la resolución aprobada por la Conselleria especifica que se permitirá la instalación de una marina seca de 169,29 metros cuadrados con capacidad para siete embarcaciones en la zona de Es Murtar y otra de 244,15 metros cuadrados con la misma capacidad en la zona frente al núcleo urbano de Sa Mesquida.