En pleno debate sobre la masificación turística y sus efectos sobre la vida de los residentes, este verano han proliferado las pintadas en espacios públicos con mensajes de protesta.
En el caso de Maó han aparecido en el puerto, en la carretera de Fornells y de camino a Es Grau. Los hay escritos en inglés, donde se insta al turista a volverse a su casa, y los que culpan a los visitantes de las dificultadas para el acceso a la vivienda.