Margarita Orfila, impulsora de la candidatura y actual miembro del consejo científico de la Agència Menorca Talaiòtica, echa en falta una promoción más efectiva del patrimonio mundial de Menorca. «Es cierto que se ha gastado más en difundirlo, pero no veo la Menorca Talayótica en la mantelería de los restaurantes, ni veo camisetas alusivas, ni canales específicos en YouTube o en tik tok, ni escucho a influencers y expertos en historia hablando de nuestros bienes», lamenta.
Orfila contrapone el caso de la Menorca Talaiòtica a la fundación Palarq, de la que participa, cuya promoción «sí funciona en las redes sociales, a partir de un bagaje documental y de calidad. Debe visualizarse más las divulgación de nuestro patrimonio, desarrollando el logotipo en diversas formas de merchandising y aprovechando al máximo la potencialidad de las redes sociales. Es algo que sí percibo en Malta u otros lugares realzados por la Unesco, pero no en Menorca».
En su opinión, «no se ha aprovechado lo suficiente» el empuje de la declaración, «ni el hecho de ser el Patrimonio Mundial número 50 que se distingue en España». Margarita Orfila cree que también podría haberse avanzado en «un contrato marco general, que en un 90 por ciento sea igual para todos, con el objeto de que los particulares puedan gestionar ya la visita a los yacimientos que tienen en terrenos de su propiedad. Desde 1967 los titulares saben que deben facilitar la visita a cualquier persona, pero con unos condicionantes. La pena es que aún no se hayan definido».
Dos comisiones
Margarita Orfila es uno de los 18 miembros del consejo científico que el Consell insular ha nombrado a lo largo del último año. Otras 12 personas conforman también el consejo social. En todos ellos ostenta la presidencia el conseller Joan Pons y el vicepresidente es el director insular de Cultura y Patrimonio, Santi Reurer. Los consejos científico y ciudadano son organismos asesores y consultivos, de los que participan grupos políticos, entidades cívicas, asociaciones empresariales, instituciones culturales, técnicos y expertos.
Toni HuguetQuizás, solo quizás, todo el conocimiento sobre el mundo talayótico debería concentrarse en el lugar que cuenta con la mayor muestra de elementos del período: el Museo de Menorca. ¿Es necesario un centro de interpretación cuando ya existe la mejor exposición con un buen tratamiento museístico? En fin. Es nuestro dinero, pero se lo gastan ellos.