La producción de aceite de oliva de Menorca con Indicación Geográfica Protegida (IGP) ha caído en picado este año, al haber generado apenas 1.827 litros. Eso supone un descenso de hasta el 73,19 por ciento, respecto de los 6.815 litros obtenidos la campaña anterior, según datos de la Conselleria de Agricultura, que acaba de publicar una resolución para declarar la situación de crisis productiva, motivada por las condiciones climáticas y la situación fitosanitaria.
Como ya avanzaba «Es Diari» el pasado 27 de octubre, el sector oleícola preveía un importante descenso de la cosecha. Circunstancia que confirman los datos publicados ahora por la Conselleria, tras consultar a los productores. De este modo, este 2024 se han molturado 12,2 toneladas de oliva, un 73,19 por ciento menos con relación a las 45,4 toneladas de 2023. Una situación que ha sido general en el conjunto de Balears, siendo Menorca la menos perjudicada, ya que en Mallorca la producción ha bajado un 78 por ciento, y en Eivissa, un 87 por ciento.
Ayudas al sector
El Govern ha publicado una resolución para declarar la situación de crisis productiva de la aceituna, como paso previo a la convocatoria de ayudas para el sector.
El Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB) del jueves da cuenta de la situación, recordando que en Menorca hay 54 fincas, con 159,11 hectáreas (135,3 en régimen de secano y 23,8 de regadío) dedicadas al cultivo de la aceituna, que han sufrido, al igual que el resto de islas, las consecuencias del cambio climático. Eso es, por la falta de frío en invierno, las temperaturas excesivamente altas en mayo, y la escasez de precipitaciones. Factores que, además, favorecen la proliferación de la mosca del olivo (Bactrocera oleae), que ha tenido una mayor incidencia de lo habitual.
Desde la Associació Oli de Menorca, Enric Picanyol, se refiere a los «datos oficiales» de la Conselleria para describir la situación como «decepcionante». El «esfuerzo que se ha hecho en Menorca ha sido enorme, económicamente y para introducir un nuevo cultivo», y en el momento en que «hemos conseguido la IGP, que ha costado diez años de trabajo, ahora no tenemos apenas aceite», lamenta.
Menorquín viajeroSi que tu me pagas mi comida