Nuevas quejas por las deficiencias que acumula el edificio del geriátrico de Es Ramal, en Alaior. Esta vez, por fallos en la caldera que en los últimos días han dejado sin agua caliente y calefacción a los usuarios. «Estaban a 12 o 13 grados y las trabajadoras tenían que ir a la cocina para calentar el agua y limpiar y hacer entrar en calor a nuestros mayores», denuncia el familiar de una persona ingresada en el geriátrico, que afirma que hay familias que han propuesto, incluso, llevar de casa sus propios calefactores.
Critica que la residencia está situada en un «edificio antiguo, que no está correctamente aislado, y que ahora ha obligado a ancianos con patologias severas a taparse con tres o cuatro mantas por el frío». Afirma que esta situación «es el culmen de la falta de atención y mantenimiento por parte del Ayuntamiento» que los familiares de usuarios ya denunciaron hace unos meses a través de una carta pública en la que pedían actuaciones.
La concejal del Área Social, Maria Antònia Pons, aseguró que desde la dirección del geriátrico «no nos habían avisado» y ayer mismo los servicios técnicos revisaron la instalación para conocer por qué falla y adoptar soluciones.
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