El Ayuntamiento de Maó se ha puesto firme para extremar que los usuarios de vehículos de movilidad personal se ajusten al cumplimiento de las ordenanzas municipales que regulan la conducción de este medio de locomoción. Se trata de velar por la propia seguridad de los conductores pero también por la de los peatones y del resto del tráfico rodado del municipio.
La prueba más evidente de este incremento en la vigilancia y control de los MVP, especialmente la referida a los patinetes eléctricos, es el número de sanciones que ya ha propuesto la Policía Local en el primer mes del nuevo año. Estos aparatos representan el vehículo cada vez más extendido en la vía pública.
Del día 1 al 22 los agentes han impuesto 14 multas, una cifra que representa ya la tercera parte de todas las relacionadas a lo largo de los 12 meses del pasado año en el que fueron un total de 43. En el ejercicio anterior, 2023, las sanciones a los patinetes eléctricas fueron 31.
Controles periódicos
La Policía Local realiza controles periódicos en diversos puntos de la ciudad que pretenden ejercer, además, como medida disuasoria para que los conductores se ajusten a la normativa vigente.
En las multas que se han puesto este mes se mantiene la misma tónica de los dos años anteriores. La mayoría de ellas han sido porque los conductores circulan sin el seguro obligatorio, lo que está tipificado como una infracción muy grave, con sanciones que oscilan entre 201 y 500 euros. De las 14 que se han puesto este mes, 10 lo han sido por este motivo.
El año pasado destacaron 7 multas por circular a través de aceras o zonas exclusivas para peatones. También se sancionó por hacerlo en dirección prohibida, con dos o más ocupantes en el patinete o conducir de forma temeraria, lo que se considera infracción muy grave.
Las infracciones graves están penalizadas con multas económicas que oscilan entre 101 y 200 euros, mientras que las leves lo son con 100 euros.
Los que pasa weyy papito., están sin civilizar.