Cerca de una veintena de propietarios llevan 14 meses cumpliendo con los compromisos incluidos en el programa Lloguer Ètic del Consell, alquilando sus casas a precios muy por debajo del mercado, pero sin poder beneficiarse de las ayudas comprometidas por la institución. La iniciativa piloto llegó a su finalización en junio de 2023, con ella decayeron los beneficios económicos más allá del mes de noviembre de ese año, pero los dueños siguieron vinculados al antiguo programa a la espera de que fructificase la reformulación y consolidación del mismo, anunciada por el equipo de gobierno entrante como Lloguer Estable y que todavía no ha visto la luz.
En ese contexto, el Consell, que todavía trabaja en la puesta en marcha del nuevo programa, ha aprobado ahora las bases de una convocatoria de ayudas dotada con 100.000 euros destinados principalmente a los participantes en el anterior programa, como reconocimiento por haber mantenido un precio de alquiler asequible –entre 375 y 650 euros al mes– a pesar de su extinción oficial. A ellos van enfocados 84.000 euros de los que cada uno podrá acceder a hasta 4.850, en el caso de que en el último año hayan llevado a cabo actuaciones para mejorar la habitabilidad y el confort térmico de las viviendas.
Desde el Consell responden a este diario que con la nueva convocatoria de este año se dará cobertura al periodo que había quedado excluido de las ayudas, que va del 3 de noviembre de 2023 al 2 de noviembre de 2024. Admiten que este año se ha retrasado la fecha de publicación de las bases, pero aseguran que la resolución «se publicará en fechas similares» a la de años anteriores.
Entre los gastos subvencionables que se han aprobado ahora –tienen hasta el 28 de febrero para hacer llegar las solicitudes– se incluyen las tramitaciones de los certificados energéticos y de habitabilidad, aunque no el desembolso de una parte del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), un beneficio que ya desapareció en el año 2022.
La convocatoria de ayudas del Consell incluye otros 16.000 euros destinados a premiar a otros propietarios de la Isla que, aun sin formar parte del programa Lloguer Ètic, puedan demostrar que a lo largo del año pasado han alquilado sus inmuebles al precio que fija la calculadora ética que puso en marcha el Consell a través del Observatori Socioambeintal de Menorca (Obsam).
Ellos podrán acceder a un máximo de 850 euros de ayuda que se divide en hasta 600 euros del coste del seguro de la casa, 200 euros para la obtención del certificado energético y otros 25,24 euros de la tasa de por la tramitación de la cédula de habitabilidad, en el caso de que esta haya caducado.
25 propietarios
En plena crisis de acceso a la vivienda, llama la atención una circunstancia que se destaca en los antecedentes de las bases de la nueva convocatoria. Cuando en el mes de junio de 2023 terminó el programa piloto Lloguer Ètic, había adheridos 25 propietarios con sus respectivos inquilinos seleccionados por el Consell. Desde entonces se han tenido que dar de baja del programa siete inmuebles porque los arrendatarios «han decidido dejar la vivienda por diversas circunstancias». Sin embargo, debido a la ausencia de un programa en vigor y a la espera de que el nuevo equipo de gobierno tramitara su iniciativa de intermediación, en ese tiempo las técnicas del departamento no han podido seleccionar a nuevas familias «pese a que los propietarios lo querían».
El nuevo programa Lloguer Estable seguirá con la filosofía del anterior, una intermediación entre propietarios e inquilinos, aunque planteándolo como una prestación técnica. La aprobación de la nueva prestación sigue a la espera un año y medio después de que finalizara el anterior programa. En el último pleno se salvó uno de los pasos administrativos al parecer imprescindible, la aprobación de la Cartera Insular de Serveis Socials.
Señor XPrimero con la bailarina 😂