El estudio de capacidad de carga turística elaborado por el arquitecto Sebastià Pons Fedelich para el Consell insular dedica un apartado a analizar la llamada densidad turística –el número de plazas autorizadas para alojar visitantes en relación con la superficie– de las distintas zonas de la Isla, incluyendo los pueblos, las urbanizaciones y el suelo rústico.
Los resultados muestran grandes diferencias y sitúan la urbanización de Cala en Bosc, en Ciutadella, como la que presenta con un gran margen sobre el resto la mayor densidad turística, 113,77 plazas legales por hectárea. Le siguen en el ranking Son Bou (Alaior), con 97,77 plazas por hectárea, y Serpentona (Ciutadella), con 97,21. Contrastan en el listado otras zonas turísticas mucho más esponjadas como las de la costa de Sant Lluís, donde urbanizaciones como Binissafúller o Cap d’en Font apenas tienen 13 y 15 plazas por hectárea respectivamente. En este aspecto tiene una gran incidencia la tipología de establecimientos.
En las urbanizaciones con mayor densidad turística predominan los grandes hoteles, que concentran una gran capacidad de alojamiento. Las que presentan una menor densidad turística están formadas básicamente por chalés. El estudio, que debe ayudar al Consell a determinar qué zonas están más saturadas con vistas a los futuros márgenes de crecimiento, muestra cómo en los núcleos tradicionales, la densidad de plazas turísticas se mueve entre las 0,65 plazas turísticas por hectáreas de Sant Lluís y las 17,8 de Es Castell, pueblo de pequeñas dimensiones con una considerable oferta hotelera.
Este verano los turistas estaban en los hoteles no podían salir a comer es mejor un Airbnb y un todo incluido 👌