La concentración de nitratos detectada en el agua de Menorca y la crisis que ha generado su gestión en algunos municipios como Maó ha llevado a un médico retirado de la Isla a alzar la voz para acabar con lo que considera es una «exagerada alarma». Reconocido médico de familia, el doctor Anton Soler i Ferrater afirma que el agua de Menorca «no es tan nociva como nos dicen» y emplaza a beber agua del grifo: «Deberíamos beberla sin ninguna preocupación».
Soler toma la palabra en un artículo de opinión publicado este jueves en «Es Diari» en contestación a una carta de Alfredo Benosa en la que el síndic de greuges recordaba que el nivel máximo de nitratos en el agua recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta 2003 era de 150 mg/l. «En Menorca casi toda el agua que llegaba a las casas era potable, porque en el peor de los casos estaba entre 70 y 120 mg/l de nitratos», exponía Benosa.
De un día para otro, expresaba, «el agua pasó a ser no apta para el consumo humano por desesperación de los ayuntamientos». Incidía en esta idea para explicar que en 2004 la OMS confirmó un valor máximo orientativo de 50 mg/l para evitar la metahemoglobina en los recién nacidos y que este valor acabó aplicándose en 2023 para todo el mundo, subraya ahora el doctor Soler «por desesperación de los ayuntamientos y por alegría de las empresas embotelladoras de agua y de las empresas de plantas desnitrificadoras y de osmosis».
Considera el médico que esta normativa «es un despropósito» y conlleva «un derroche de agua». Bebemos, subraya, «agua con plástico del cual sí se ha demostrado su nocividad» y concluye que «ingerimos muchos más nitratos comiendo verduras de hoja ancha y productos cárnicos, nitratos que nadie denuncia».
Para encontrartelio de Guardia en el Mateu...