Más de un centenar de personas reunió la manifestación del Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, celebrada a mediodía de este jueves en Maó, convocada por UGT, en la que Zahira Moyano asumió su primer acto multitudinario en calidad de secretaria general de la unión sindical en la Isla, y CCOO, con el incombustible Antonio Soria al frente.
El acto, además, contó con la asistencia de otros movimientos en pro de los derechos del trabajador. Destacar, asimismo, la presencia del alcalde de Maó, Héctor Pons, y de varios concejales de su equipo de gobierno, junto con otros representantes de la clase política de corte progresista.
La manifestación empezó superadas las 12 horas en la Plaça Esplanada, punto de reunión y de partida de la comitiva, que se desplazó hasta la Plaça Miranda recorriendo de modo pacífico el centro de la ciudad, portando pancartas reivindicativas y clamando por derechos básicos del trabajador como el poder tener acceso a una vivienda y a un trabajo dignos. Hubo también críticas en contra del incremento del gasto militar y voces, por contra, en favor de una mayor inversión pública orientada a crear escuelas y hospitales.
A su llegada a la Plaça Miranda, donde se alojan las sedes de CCOO y UGT, Moyano y Soria, con el espléndido puerto mahonés como incomparable telón de fondo, leyeron sendos manifiestos a los presentes.
Reivindicaciones
El contenido de sus respectivos discursos abundó y precisó sobre las reivindicaciones vociferadas previamente. Zahira Moyano hizo alusión a la necesidad de promover una ley que termine con la especulación inmobiliaria que tanta mella hace a un acceso asequible a la vivienda; tildó de inadmisible que el 40 o 50 por ciento del sueldo se invierta en el pago de una vivienda.
La flamante secretaria general de UGT, asimismo, reclamó a las instituciones que trabajen para evitar la «salvaje» turistificación que expulsa a los residentes, e imploró por convenios y salarios dignos.
Dar estabilidad al trabajador, más inversión en servicios sociales, potenciar las inspecciones laborales, desterrar los abusos y, sobre todo, que la clase trabajadora sea escuchada, fueron otras de las reivindicaciones que planteó Moyano.
En relación con como vivió su primer 1 de Mayo al frente de UGT, Moyano comentó para este diario que «con ilusión» y cierto sentido de responsabilidad «por querer estar a la altura de mis predecesores».
«Es un día para celebrar, pero también para reivindicar, y espero que sí podamos conseguir esa reducción de jornada a 37,5 horas; queremos trabajar para vivir, no vivir para trabajar, y si hay voluntad, se puede aplicar al sector turístico», concluyó la secretaria general de UGT.
Antonio Soria, su homónimo de CCOO, compartió su discurso, y añadió la importancia de preservar «todas las conquistas» de la clase trabajadora después de décadas de represión de la dictadura franquista, recordando que «nadie nos ha regalado nada, nos los hemos ganado todo».
El secretario general de Comisiones Obreras habló también de la importancia de la «unidad» entre todas las organizaciones que velan por los trabajadores, hizo hincapié, en forma de problema grave, a varios accidentes laborales ocurridos en la Isla en los últimos meses, uno de los cuales «incluso costó la vida» a un trabajador en el polígono de Sant Lluís, insistió en la necesidad de tener esa jornada de 37,5 horas para lograr, en adelante, la de 35, y no descartó, de no cristalizar la actual negociación del convenio de hostelería, «ir a la huelga».
Hasta aquíBono, idò ja estem d'acord en algunes coses.