El 29 de abril, la infanta Sofía alcanzó la mayoría de edad. Una efeméride que abre la puerta a que Ciutadella solicite la cesión del palacete de Can Balada, en la Plaça Joan de Borbó. Tan es así que el Ayuntamiento de Ciutadella está elaborando una carta, que remitirá de forma inminente a la Casa Real, para lograr tal objetivo.
El alcalde de Ciutadella, Llorenç Ferrer, ha confirmado a «Es Diari» sus deseos de conseguir la cesión de este inmueble, que el inversor Juan Ignacio Balada Llabrés construyó y dejó en herencia a los entonces Príncipes de Asturias y a los ocho nietos del actual rey emérito, Juan Carlos I.
La petición de la cesión ha sido tratada en el pleno municipal, recuerda Ferrer, quien plantea a los herederos que «nos dejen utilizar este edificio que está cerrado» y que permitiría paliar la necesidad de espacios que tiene el Consistorio.
Sobre los posibles usos, se habló en su momento de ubicar allí el centro de día, o de trasladar los servicios municipales que actualmente se encuentran en Ca sa Millonària, en el Camí de Maó. «Todavía no sabemos qué uso puede tener, pero es un espacio muy grande y al Ayuntamiento siempre le hacen falta», señala el primer edil.
Segunda petición
En realidad, esta será la segunda vez que el Consistorio de ponent se dirige a la Casa Real para solicitar la cesión de la casa Balada. En junio de 2021, doce años después del fallecimiento de Juan Ignacio Balada, el Ayuntamiento ya lo intentó. La respuesta desde el Palacio de la Zarzuela fue que la titularidad correspondía a los ocho nietos del monarca y que eran ellos los que debían decidir.
Este pasado verano, preguntado por «Es Diari» durante la recepción en los jardines del Palacio de Marivent, Felipe VI manifestó que «hay que esperar al próximo año», cuando su hija Sofía, la menor de los ocho primos cumpliría 18 años. Asimismo, señaló que la Fundación Hesperia, creada para gestionar los bienes heredados de Balada, realiza labores de mantenimiento en el inmueble para evitar su deterioro.
En cuanto a la propiedad, se trata de un edificio con 500 metros cuadrados de superficie construida, además de un solar adyacente
El Ayuntamiento confía que la petición sea atendida, teniendo en cuenta los antecedentes. Cabe recordar que la antigua Farmacia Llabrés, situada en Ses Voltes, en Ciutadella, también fue legada por Balada a la Casa Real, y la Fundación Hesperia cedió su uso al Consell insular tras su rehabilitación.
A ver, si el propietario no lo cedió al Ayuntamiento, por algo seria. Cedérselo ahora sería en contra de la voluntad del testador. Un buen suso podría ser una sala de exposiciones o actividades gestionadas por una Sociedad al igual que lo hace la Farmacia Llabrés.