Cinco años después de la declaración de la Reserva Marina de la Illa de l’Aire se ha producido «una mejora significativa» en las poblaciones de peces vulnerables a la pesca. Esa es la principal conclusión que se extrae del estudio liderado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), a través de la Estación de Investigación Jaume Ferrer, y el Observatorio Socioambiental de Menorca (OBSAM-IME).
El informe destaca un aumento del 96 por diento en abundancia y del 161 en biomasa en las zonas de máxima protección. Una mejora que «no se observa» en las zonas abiertas a la pesca, donde los valores se han mantenido estables, destacan los responsables del proyecto de investigación.
Cinco años después de que se comenzara a proteger el espacio, el pasado mes de julio se llevó a cabo la quinta campaña de seguimiento. Durante la misma se realizaron 108 censos visuales, cubriendo un total de 27.000 metros cuadrados de fondos rocosos en dos estratos de profundidad: superficial entre 5 y 15 metros y profundo entre 16 y 26 metros; y en tres niveles de gestión: reserva integral (cerrada a la pesca salvo desde costa), reserva parcial (donde se permiten algunos usos de pesca) y zona control (fuera de la Reserva).
En el estrato profundo, los resultados «son prometedores, pero menos concluyentes», principalmente, argumentan, debido a un cambio en la zonificación de la reserva en el año 2022 que dificulta la interpretación de los resultados. Aun así, en 2024 la zona de reserva integral, en este estrato de profundidad, presentaba un aumento en abundancia y biomasa respecto a la zona control de 1’6 y 2 veces, respectivamente.
Aunque la abundancia y la biomasa han mejorado, las poblaciones están constituidas principalmente por individuos juveniles. Durante los cinco años transcurridos desde la declaración no se han detectado cambios significativos en las tallas medias ni en los rangos de tallas de las especies estudiadas, «lo que sugiere que los ejemplares más grandes y longevos todavía no han tenido tiempo suficiente para consolidarse en el ecosistema».
El conseller de Medio Ambiente, Reserva de Biosfera y Cooperación del Consell, Simón Gornés, afirma que «los datos son prometedores y revelan la eficacia de figuras de gestión pesquera como las reservas marinas, que además de garantizar la conservación de hábitats marinos, velan por la sostenibilidad de las actividades de pesca tradicional en la zona».