José Manuel y Sonia son un matrimonio catalán que ha disfrutado de la Isla durante estos últimos días de agosto, y cuya partida, prevista con un vuelo de la compañía Vueling para la mañana de ayer martes, se ha demorado contra su voluntad hasta este sábado. Cuatro días de retraso, con el perjuicio laboral, económico y personal que eso entraña.
Y si bien la pareja, contactada por este diario, albergaba un mínimo resquicio de poder emprender el viaje de retorno hoy jueves –por gestiones que realizaron a título personal y no el operador de vuelos–, este terminó por desvanecerse a media tarde de ayer miércoles.
La cronología de los hechos nos sitúa en el Aeropuerto de Maó a las 8.30 del martes, cuando el vuelo de Vueling que debía trasladar a José Manuel y Sonia a Barcelona sufre un considerable retraso. Sobre las 13.00 horas se les comunica que el avión no despega a causa de una avería y se les deriva a otro vuelo, para ayer miércoles, que también se cancela y ya entonces, explican los afectados, «no nos dan otra opción que recolocarnos para el sábado». «Nos dicen que busquemos un hotel, que después reclamemos y ya veremos si nos abonan ese gasto», prosigue el matrimonio, que por su cuenta trató de entablar contacto telefónico con la compañía, «pero siempre nos atiende una máquina, que nos termina derivando al sitio web».
Finalmente, en la misma web detectan un vuelo Maó-Barcelona de Vueling para hoy jueves, «y miramos de recolocarnos, pagando además el embarque prioritario, que suponíamos nos daría alguna preferencia en caso de overbooking». Pero la pareja finalmente se ha quedado también fuera de ese vuelo, al recibir a media tarde de ayer la notificación de que asimismo había sido cancelado.
El matrimonio «comprende» que pueda haber una avería, pero no que se les emplazara al sábado cuando en principio podían partir hoy jueves, ni por supuesto comparten la «falta de solvencia» de la compañía ante una eventualidad de este calibre en pleno agosto, que les obligará a permanecer en Menorca hasta el sábado, cuando la partida estaba prevista y abonada para cuatro días antes.
La culpa es de… Pedro Sánchez 😂😂😂