Los bosques de Menorca situados en la ribera de los torrentes se encuentran en una situación crítica tanto por su estado de conservación como por la limitada extensión que ocupan. Así se desprende de un estudio sobre las masas forestales de la Isla presentado este jueves por el Consell. Estos bosques tienen una importancia crucial para la regulación de riadas e inundaciones.
Dentro de este hábitat, el especialista en botánica de Menorca Pere Fraga Arguimbau, autor del trabajo, subraya la urgencia de catalogar y proteger los olmos de la Isla, únicos en Europa por no haber sido afectados por la enfermedad de la grafiosis agresiva, así como de identificar aquellos ejemplares más representativos y, en su caso, declararlos como arboledas singulares o monumentales.
A raíz de este estudio, el Consell de Menorca ha identificado 35 zonas boscosas en toda la Isla que podrían reunir las condiciones para ser consideradas bosques viejos o maduros, donde se albergan especies y ecosistemas únicos. El conseller de Medio Ambiente, Simón Gornés, apunta que la gestión forestal es «un elemento esencial para garantizar la sostenibilidad de la Reserva de Biosfera». Destaca, entre otros factores, su papel para evitar incendios forestales y mitigar los efectos del cambio climático.
Estas masas forestales actúan como reservorios de carbono y sustentan una biodiversidad asociada que solo se encuentra en estas formaciones. El estudio delimita cuatro grandes áreas boscosas en Menorca:
- Migjorn de Ciutadella, Ferreries y Es Migjorn Gran (entre Son Saura y Binigaus)
- Tramuntana de Ferreries hasta La Vall d'Algaiarens
- Desde s'Albaida – Santa Eulàlia hasta La Mola de Fornells
- Tramuntana de Maó, desde Els Freus de La Mola hasta Binillautí
El Reglamento Europeo UE 2024/1991 sobre restauración de la naturaleza dedica un apartado específico a los bosques maduros, estableciendo criterios e indicadores para su identificación y conservación. En este contexto, el Consell encargó en 2024 este estudio para establecer criterios de tipificación de las masas forestales maduras de Menorca.
La necesidad de cartografiar los bosques
Una de las recomendaciones más urgentes a raíz de este estudio es que es necesario realizar una cartografía que permita visualizar la distribución de los bosques maduros y de aquellas masas forestales con potencial para convertirse en tales, sin que su tamaño sea un factor limitante, ya que incluso áreas muy pequeñas pueden presentar un valor significativo.
El estudio también pone de relieve la necesidad de caracterizar mejor ciertos tipos de bosque, algunos casi exclusivos de Menorca, sobre los que se dispone de información escasa o nula.
Proteger los bosques de 'ullastres'
En cuanto a los bosques más emblemáticos, el estudio confirma que los ullastrars y los encinares son los más representativos de la Isla, y que algunos de los ullastrars más importantes del mundo se encuentran en Menorca, aunque aún no cuentan con figuras de protección específicas ni con una cartografía detallada.
Por último, el estudio pone el foco en formaciones menos conocidas pero singulares, como los bosques de tamarindos, especialmente presentes en terrenos silíceos e impermeables de la zoa norte, cuya dinámica y funcionamiento requieren un mayor conocimiento para poder integrarlos en la gestión natural de las riadas, y los pinares de pino carrasco, prácticamente desaparecidos y actualmente presentes únicamente en el término de Alaior, que precisan exploraciones, protección y caracterización para asegurar su conservación.
Fra Oleguer del Solitari Monescriu be i no vagis de cultureta.