Hasta siete residentes, según confirman desde el Consell, se alojarán durante el presente curso 2025-26 en la residencia juvenil de Sa Vinyeta, en Ciutadella.
Se trata del segundo año en que este proyecto de residencia auspiciado en el único albergue de la Isla se encuentra operativo, después de su estreno en tal condición a lo largo del ejercicio previo, 2024-25, entonces una suerte de prueba piloto que, en palabras del conseller Joan Pons Torres, ha resultado «un auténtico éxito».
Significar además que por vez primera el albergue se ha mantenido abierto fuera de la temporada turística, entre octubre y abril, lo que ha supuesto una válida alternativa para acoger a personas «con necesidades de alojamiento», cita el conseller.
En lo que respecta a este citado primer año se han contabilizado en la residencia 425 pernoctaciones –que no personas–, fundamentalmente de profesores destinados a impartir clases en Menorca, estudiantes y algún deportista.
Asimismo, un grupo de cinco estudiantes franceses del programa Erasmus han desfilado por Sa Vinyeta en 2024-25. El Kiele Socuéllamos, rival del Avarca en Liga Iberdrola de voleibol, usó Sa Vinyeta como cuartel general cuando acudió a Ciutadella para medirse al cuadro menorquín en noviembre de 2024. Y en julio de este año el lugar sirvió para concentrar a pupilos del Art Gym y otros karatekas de Balears (68 en total) con motivo de un stage.
Ahora
Retornando a la previsión y presencia para este curso, ya empezado, Sa Vinyeta hospeda a dos estudiantes de derecho, tres de enfermería y una persona que se ha desplazado a la Isla por motivos laborales. Y dentro de poco se sumará a esa relación una profesora. Siete personas en total. De momento.
Aunque el perfil de inquilino en una residencia «que cada vez es más conocida», pone en valor Pons Torres, responde en esencia por profesores y estudiantes, también gente del espectáculo, como tres jóvenes actores –con vínculo con el Cercle Artístic– la han elegido como su hogar provisional durante su estancia en la Isla. «Esta iniciativa, muy positiva, sirve para cubrir una demanda de alojamiento y cada vez está siendo más solicitada», remata Pons Torres.
No entiendo por qué ningún médico, policía nacional, profesor o demás quiere venir a Menorca, pudiendo gozar, con 50 años, de una magnífica plaza en un albergue juvenil. No lo puedo entender pudiendo sentirse joven otra vez...