Los vecinos de Es Mercadal conocen de primera mano lo que supone vivir los estragos de una gota fría. Lo sufrieron en agosto de 2024, cuando una dana provocó pérdidas millonarias en el municipio, aunque la fortuna quiso que se saldara sin daños personales. Peor suerte corrieron en la provincia de Valencia, donde la devastación por la riada del 29 de octubre se agravó hasta lo inimaginable con la muerte de 230 personas.
El Centro de Convenciones de Es Mercadal albergó ayer una charla con Rut Moyano, miembro del comité de reconstrucción de Valencia, que compartió sus experiencias un año después de la catástrofe y cómo actuar, si vuelve a producirse, desde el apoyo mutuo. A continuación, y con la asociación de vecinos de la localidad, se abordó cómo organizar una respuesta ciudadana ante las emergencias climáticas en la Isla.