Los pasajeros del vuelo Madrid-Menorca de Vueling que debía despegar ayer a las 17.30 se indignaron al conocer a las 22 horas que la compañía lo cancelaba, tras más de cuatro horas de retraso. El enfado fue mayúsculo, cuando una azafata les indicó que el avión debía recoger pasaje en Eivissa y que esta, y no un problema técnico, era la causa de la cancelación.
A última hora de la noche, los pasajeros de un vuelo que iba completo, mientras preparaban las reclamaciones por escrito estaban a la espera de que Vueling les colocara en un vuelo de esta mañana, con el temor de que al ser finales de julio, no existan plazas disponibles.
La mayoría de pasajeros venían de vacaciones a la Isla, aunque algunas plazas corresponden a residentes, que han denunciado los hechos.
El volumen de la protesta fue considerable, hasta el punto que tuvo que intervenir la Guardia Civil.
¿Dónde estás aviaco? Tus vuelos sí que eran regulares y tus minis y superminis reales. Nuestro estado te fulminó y así nos vá. DC9, rey del aire, tu rugido nos avisaba que el servicio público nos acompañaba. Ahora, nuestros sueños se lo reparten los buitres en verano, y en invierno nadie nos quiere. Tristes de nosotros, espectadores de que la declaración de servicio público es querer y no poder, como lo ya muerto no va a revivir. ¿De quién es el cielo? Nos preguntamos desde el mar, donde el barco, ese también es otro cantar.