Un grupo de perros atacó en la tarde del pasado viernes a un asno que se encontraba en un terreno particular de Binissaida, en Es Castell, y le causaron heridas tan graves que el animal tuvo que ser sacrificado esa misma noche por el veterinario.
El propietario del burro, muy afectado por lo sucedido, aseguró este sábado que ha denunciado el caso a la Policía Local y a la Guardia Civil porque no es la primera vez que estos perros -supuestamente mestizos de una raza potencialmente peligrosa y por lo tanto, que requieren licencia para su tenencia-, se escapan de su casa y merodean por las tanques de esta zona de huertos y fincas rústicas de Es Castell. De hecho afirma que hace unos días varios de esos mismos perros estaban sueltos en la zona y él mismo tuvo miedo de que le atacaran, por lo que ya entonces, antes de que se produjera el fatal ataque al asno, avisó a la Policía Local que tramitó una denuncia administrativa contra los dueños.
La agresión al équido se produjo por la tarde, fue alrededor de las 18.30 horas cuando avisaron al propietario del burro de que éste había sido mordido y yacía en el suelo gravemente herido. «Estaba tumbado, destrozado, hubo que sacrificarlo», relató este sábado Dani, portavoz de la familia propietaria de este animal, que tenía cerca de 25 años, «era muy manso» y al que querían como una mascota. Ahora temen por otro ejemplar, una hembra, que también es de su propiedad y tienen en esta zona.
Según el dueño del asno, fueron siete los canes que atacaron, cinco de ellos ya han sido trasladados a la perrera y otros dos permanecen con sus propietarios.
El alcalde de Es Castell, Lluís Camps, por su parte confirmó este domingo que los agentes locales fueron requeridos para intervenir en Binissaida por estos hechos y que también se personaron guardias del Seprona y el veterinario. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación que determine la responsabilidad de los dueños de los perros, que también tendrán que aportar toda la documentación relativa a los mismos. El alcalde recordó que la normativa exige una licencia para la tenencia de perros potencialmente peligrosos y realizó un llamamiento a extremar las precauciones y a ser dueños responsables ya que, «nunca pasa nada hasta que un día sucede algo» que, como en el caso del asno, es ya irremediable.
Soy la propietaria de Silvestre y soy muy triste. Sobretodo que murió de una manera tan brutal y por la falta de unos dueños irresponsables de perros peligrosos. Este asno era la mascota de mis nietos, de toda mi familia y de mis amigos menorquines. En Binisaïda todos lo conocían y lo cuidaban. Quería decir gracias a Dani, a Alfonso y a los Anson que le han dado mucho cariño. A ver si lo podremos remplazar...