Extraño suceso el ocurrido a última hora de la madrugada de este martes en las fincas colindantes de Rumet y Ruma Vell, en el término municipal de Ferreries. Dos almacenes separados por una distancia de unos 100 metros ardieron sobre las 6 de la mañana destruyendo la cubierta de ambos establos formada por tejas y vigas de madera.
Las dos dependencias solo tenían en su interior leña y lonas impermeabilizadoras, entre otros utensilios en desuso, anque el fuego colapsó rápidamente sus tejados y estos se vinieron abajo en una extensión de 50 metros cuadrados en el de Rumet y de unos 10 metros cuadrados en el de Ruma Vell. El grosor de las paredes, de unos 60 centímetros, impidió que las llamas las destruyeran.
Con toda probabilidad ambos incendios fueron intencionados, originados uno tras otro en cuestión de minutos y obra de la misma persona o grupo de ellas sin que se conozcan los motivos por los que se cometió el delito.
La policía judicial de la Guardia Civil tomó huellas dactilares de ambas estancias para tratar de hallar al autor de los dos fuegos si tuviera antecedentes para cotejarlas con la base de datos disponible.
Fue el hijo del propietario de Son Vives, otra finca muy próxima a las siniestradas, el que advirtió el fuego que emergía ya de los dos establos cuando apenas pasaban unos minutos de las 6 de la mañana.
De inmediato dio aviso a la Policía Local de Ferreries cuyos agentes fueron los primeros en acudir al lugar del suceso. A estos les siguieron los bomberos que aportaron dos camiones del parque de Ferreries y otros dos del parque de Ciutadella. Precisaron casi tres horas de trabajo para sofocar las llamas y refrescar toda la zona, aunque afortunadamente el fuego no afectó a las casas habitables de los dos predios que, actualmente, no tienen residentes por lo que no había nadie en su interior cuando se declararon los incendios.
Rumet y Ruma Vell pertenecen a distintas propiedades a pesar de su cercanía. Algunas parcelas de ambas fincas sí son atendidas por payeses de la zona.