Toni Pons, Jorge Martín, Lluís Febrer, Eva Castillo, Rafel Sales y Margarita Febrer son tres matrimonios de Es Migjorn que se han visto perjudicados por la erupción del volcán Agung en la Isla de Bali, el pasado lunes. Son seis de las más de 60.000 personas que aún ayer no habían podido abandonar la isla debido al cierre del espacio aéreo por las cenizas del volcán que han llegado a una altura de 7.500 metros.
«No hemos vivido ninguna situación de pánico, es una cuestión aeroportuaria», explicaba ayer Toni Pons desde Lombok, la isla situada a 2 horas en barco de Bali a la que acababan de llegar para tomar una ruta alternativa que les permita llegar a Jakarta mañana y volar a Barcelona. Dependían para ello, que el aeropuerto de Lombok lo reabriesen anoche puesto que también había sido cerrado por la acumulación de ceniza. Caso contrario la única opción que les guarda la compañía para no perder los billetes era volver de nuevo a Bali hoy y confiar en poder volar a Jakarta para mañana enlazar a Barcelona.
«Toda esta situación nos ha generado mucho estrés porque las agencias y las compañías se lavan las manos», señala Pons. Los seis migjorners llegaron a Bali el día 12 y debían haber regresado a Menorca el pasado lunes. Los gastos adicionales «han corrido de nuestra cuenta y ya suponen más de 1.000 euros por persona», porque el seguro, por ahora, no cubre lo sucedido al tratarse de un desastre natural. Ayer «hemos tenido que hacer 8 horas de cola para recoger los billetes», lamenta. Pese a todo, «el recuerdo que nos llevaremos de aquí no será malo», concluye.
La noticia debería ser, a los cientos de residentes de Menorca atrapados por la falta de conectividad aérea, disponibilidad de plazas y precios de escándalo se suman cuatro en Bali por un volcán.