Una dotación del parque de bomberos de Maó tuvo que intervenir el domingo por la noche para sofocar un fuego que habían originado un grupo de «okupas» en el garaje de un edificio abandonado en la confluencia del carrer de Gràcia, con Borja Moll, poco antes de la llegada a la rotonda del cementerio.
Un vecino observó la humareda que salía del edificio abandonado y dio el aviso a los bomberos, que acudieron sobre las 22.30 horas.
El grupo de indigentes, que al parecer suele pernoctar en ese lugar donde hay varias casas y locales abandonados y normalmente ocupados por personas sin residencia fija, había reunido varios envases de cartón de bebidas y otros enseres inflamables para prender fuego porque, dijeron, necesitaban calentarse y protegerse del intenso frío.
Debido a la humareda que generaron las llamas y el material quemado, los bomberos aconsejaron a los ocupantes que no pasaran la noche en aquel lugar para evitar intoxicaciones.
Si tuviésemos salarios dignos que nos permitieran pagar una casa o almenos un alquiler, nadie tendría ninguna necesidad de okupar.