Un obrero de 39 años de edad, que sufrió un grave accidente laboral el 20 de junio de 2016 cuando trabajaba en el patio interior de una casa de la calle Bisbe Comes, de Ciutadella, ha renunciado a la indemnización de 2.661 euros que se reclamaba en el escrito de acusación del fiscal por los daños y secuelas que le provocó la caída.
En el juicio celebrado recientemente en Ciutadella los abogados y el fiscal alcanzaron la conformidad que no evitó la condena del empresario local, de 73 años, a nueve meses de prisión, que no cumplirá al carecer de antecedentes, por un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de lesiones imprudentes. El fiscal pedía en un principio dos años y medio de prisión para el responsable de la empresa en una obra que, precisamente, se realizaba en la misma vivienda del propio trabajador accidentado.
El obrero cayó de una escalera de tres tramos desde unos cinco metros de altura sobre las cuerdas de un tendedero que rompió con el impacto. Otros dos tramos de la escalera cayeron al patio de una planta inferior en la que se encontraba otro trabajador que también pudo verse afectado. Según la acusación, ambos trabajaban sin que el responsable de la empresa le hubiera proporcionado, ni a él ni a su compañero, los equipos de protección necesarios. La escalera estaba apoyada en la pared sin asegurar su estabilidad.
El obrero quedó inconsciente tras la caída. Sufrió un traumatismo craonencefálico, conmoción cerebral y una fractura. Precisó tratamiento médico-quirúrgico y estuvo 30 días de baja.