El Servicio de Protección de la Naturaleza, de la Guardia Civil, ha imputado a un hombre, español, de 35 años de edad, residente en Maó, por un presunto delito contra la fauna y flora silvestre relativo a la pesca furtiva tras haberle sorprendido 'in fraganti' el pasado lunes por la noche cuando regresaba de pescar en el entorno del Faro de Cavalleria, Reserva Marina del Norte.
Los guardias le incautaron capturas con un peso global de algo más de 18 kilogramos entre tres meros, una serviola y hasta seis cigarras de mar, estas últimas especialmente protegidas que pueden alcanzar un valor de 1.500 euros en el mercado negro ya que se trata de una época de veda en la que además existe demanda en restaurantes de la Isla que las tienen muy cotizadas.
A menorqui: Antes de escribir con este tono he ir tan de enterado, te voy contar, hace 5 años que no practico pesca submarina por motivos de salud, en esta época del año y durante el verano es muy fácil en contrar cigalas a muy pocos metros de profundidad dado que se acercan a poner huevas, de hecho es cuando los pescadores furtivos y que no respetan nada aprovechan para cogerlas ya que no hace falta ir con botellas. Creo que te lo dejado bastante claro ;)