Los trabajadores del Hotel Carema Club Resort de Platges de Fornells vivieron el pasado viernes una escena muy desagradable que pone de manifiesto la indefensión en la que se encuentra este colectivo profesional ante la presencia, afortunadamente inusual, de clientes violentos. Un turista británico agredió a un miembro del equipo ?posteriormente se ha confirmado que no se trata de un empleado cualquiera, sino del director general del grupo Carema Hotels, Max Weinbinder? cuando intentaba evitar que pegara a su pareja, una penosa secuencia que registraron las cámaras de seguridad del establecimiento.
En la grabación, a la que ha tenido acceso este diario, se puede observar cómo una pareja de británicos discuten en el vestíbulo del hotel. Cuando el alto directivo se acerca en actitud pacífica para mediar, el cliente le da un golpe en la cara a las primeras de cambio y acto seguido se produce un forcejeo hasta que el directivo consigue reducir e inmovilizar al violento cliente a la espera de la llegada de las fuerzas del orden.
Tras tener conocimiento del suceso, este diario se puso en contacto ayer con el agredido, quien reveló que, al parecer, sobre el hombre pesaba una orden de alejamiento en el Reino Unido. La mujer se había desplazado a Menorca de vacaciones con sus hijas y el hombre, violentando esa orden, viajó a la Isla y se presentó en el hotel.
Suerte ha tenido que la presunta agredida no le haya agredido a él también porque pasa el pánico es tal que sucede. Habria que dar una proteción real a las victimas no solo con una sopa de leyes sin contenido ni medios.