La cárcel de Menorca está lista no solo para el ingreso de alguna mujer presa sino para que pueda cumplir su condena sin necesidad de ser trasladada a la de Palma, como sí ocurrió con la última mujer de Ciutadella que ingresó en julio de 2017 y tuvo que cambiar de prisión y de Isla por tratarse de la única fémina del centro. Actualmente continúa en la prisión mallorquina.
Instituciones Penitenciarias informó este miércoles, a partir de una nota de Més per Menorca, que el pasado día 31 se había reunido con la delegada del gobierno, Rosario Sánchez, para abordar esta cuestión, que el CPM dispone ya de ocho plazas reservadas para mujeres entre las 84 celdas con que cuenta, más otras 24 de ingresos y salidas y 6 más de sección abierta. El órgano que regula las cárceles de España precisó que esas ocho plazas están destinadas a mujeres privadas de libertad, ya sean preventivas o condenadas en régimen ordinario o abierto.
Las mujeres que ingresen en el centro menorquín serán ubicadas en el módulo polivalente, también preparado para albergar ingresos, tránsitos o terceros grados, lo que no supone que se trate de un módulo de la prisión recuperado para dar cabida a las presas. Las ocho plazas para mujeres en la prisión insular ocupan una planta independiente que está debidamente separada del resto de internos.
Se acabará de esta forma con la doble condena que ha supuesto en ocasiones para las mujeres presas de la Isla ser trasladadas a la de Palma. El CPM no fue concebido como un centro exclusivo para hombres aunque desde su construcción lo ha parecido. Entre su baja población reclusa -en torno al 30 por ciento de su capacidad- la población femenina ha sido residual. Solo durante sus primeros años llegó a tener una punta de 7 internas.