Un matrimonio de Maó ha hecho público su delicada situación para pedir algún tipo de ayuda que les permita encontrar una casa en la que vivir cuando llegue la inminente orden judicial que les obligará a desalojar la vivienda en la que han permanecido como alquilados durante los últimos cuatro años, en la calle des Frares.
La mujer, de 44 años, padece artritis reumatoide y ha sufrido varios ictus, explicó a este diario. Precisa una silla de ruedas para moverse y asegura depender por completo de los cuidados de su marido que no recibe ninguna prestación porque tampoco trabaja. «Vivimos con la ayuda de 400 euros que recibo yo y pagamos 425 de alquiler, aunque ahora hemos conseguido otra de 60 euros, pero no es suficiente», expone Raquel Carreras a este diario.
Desde hace cuatro años ocupan esta vivienda en el centro de Maó que deberán desalojar en los próximos días tras haber vencido su vínculo el pasado octubre. La propiedad no les ha renovado el contrato debido al impago de tres mensualidades. «Le ofrecimos ir pagando la deuda poco a poco pero no aceptó», explica la mujer.