Los socorristas de la playa de Arenal d'en Castell salvaron este jueves por la mañana la vida a un niño de cinco años que yacía sobre la arena inconsciente. Tras reanimarle, fue trasladado al hospital Mateu Orfila, donde quedó ingresado en planta para su observación y control.
El suceso tuvo lugar a las once y media de la mañana cuando unos bañistas avisaron a la socorrista que estaba en la torre que había un pequeño que yacía sobre la arena desmayado. Se hallaba entre la torre de control y el hotel Aguamarina. Activó al 112 y dio aviso al supervisor (tanto de la situación como del estado del niño), quien se desplazó de inmediato a la zona junto a otra socorrista.
Según explica el supervisor de Arenal d'en Castell, Marc Creus, el niño presentaba signos de cianosis, es decir, que tenía la piel morada, por lo que los socorristas le aplicaron el protocolo de ahogamiento para su reanimación. Con la segunda insuflación, el pequeño reaccionó y expulsó agua. Los profesionales colocaron al niño en posición lateral de seguridad con una mascarilla de oxígeno para que fuera recobrando la normalidad en cuanto a sus constantes vitales. También fue cubierto por una manta térmica.
Veintidos minutos después del aviso llegó la ambulancia. El niño estaba estabilizado. Socorristas y técnicos de emergencia colocaron al paciente en el tablero espinal para trasladarlo al complejo hospitalario para su evaluación.
Fueron numerosos los bañistas que siguieron de cerca las maniobras de reanimación al pequeño bañista.
Por si vale para algo: estuve presente en el suceso. Fue el padre el que sacó al niño que se había ahogado intentando bucear con una mascarilla de esas que tapan toda la cara y que, si falla la válvula, no se puede respirar ni por la boca ni por la nariz. Aunque al venderlas te digan que no hace falta saber bucear y que ofrecen una amplia panorámica, me parece fundamental la regla de los 10''-20'' que comentan más abajo. El padre sacó al niño, inició la RCP y los socorristas trabajaron fenomenal. La única persona que no hizo lo que debía era una señora mayor con un biquini negro que, en vez de utilizar el teléfono para llamar al 112, solo se preocupaba de grabar la escena e incluso se entrado cuando fue increpada por unos jóvenes que le agrandan si forma de actuar.