Agentes del Cuerpo Nacional de Policía, de la Comisaría de Maó, detuvieron la pasada semana a dos jóvenes menorquines de entre 20 y 24 años de edad, que han quedado acusados de un delito de tráfico de drogas que causan grave daño a la salud.
Los agentes hallaron en el vehículo en el que circulaban los dos detenidos una bolsa con 35,65 gramos de cocaína, aunque la pureza de la droga está pendiente de su análisis. La detención de los dos acusados se produjo en un control policial rutinario dispuesto a la entrada a la ciudad, en la calle Ciutadella.
Al parecer los dos jóvenes, que transitaban en un vehículo de la marca MG sobre las 19 horas, advirtieron la presencia del coche patrulla del Cuerpo Nacional de Policía e hicieron una maniobra extraña para evitarla, lo que llevó a los agentes a dirigirse a ellos y darles el alto.
En el interior del vehículo, en la zona del copiloto cuyo ocupante era, además, el dueño del coche, fue encontrada una bolsa con la reseñada droga que, aparentemente, estaba destinada a su venta. Además los agentes les intervinieron 325 euros en efectivo y un cigarrillo de marihuana.
En el asiento trasero del coche viajaban otros dos jóvenes menores de edad que no resultaron detenidos por esta circunstancia.
La Policía Nacional mantiene la investigación abierta para determinar la relación de los dos menores de edad, también de nacionalidad española, en el presunto delito, y si hubiera otros implicados en la supuesta trama de tráfico de drogas.
Los dos detenidos fueron conducidos a los calabozos de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Maó. Ambos se negaron a declarar ante los agentes que les interrogaron.
Al día siguiente fueron conducidos ante el juez del Juzgado de Instrucción número 3 de Maó pero los dos acusados también se negaron a declarar bajo el asesoramiento de su abogado, Eladio Sintes Carreras, quien planteó una cuestión de incompatibilidad en la posición para poder ejercer sus defensas con plenas garantías legales. El mismo letrado mahonés tenía que defender a los dos detenidos pero sus respectivos argumentos eran contradictorios entre sí, lo que significaba que uno de ambos podía resultar claramente perjudicado.
El juez decidió su puesta en libertad provisional mientras se instruyen nuevas diligencias y se asigna otro abogado para que cada uno tenga al suyo. Deben estar localizables y acudir cuando sean citados a declarar. También les fueron intervenidos los teléfonos móviles.