La fiscal que acusa al taxista de Ciutadella por haber atropellado a su expareja en la madrugada del 22 de agosto de 2019 ha calificado los hechos como un delito de lesiones por lo que le pide una condena de 4 años de prisión en el juicio a prevención que se celebra el lunes en Maó.
En la vista debe decidirse además sobre otros cuatro delitos de violencia doméstica, dos pesan sobre él y los otros dos sobre ella, que identifican la tortuosa relación mantenida entre ambos hasta el suceso del atropello. El abogado del acusado, José de Juan López, pide la libre absolución al considerar que no está probado, al tiempo que sostiene la agresividad de la mujer hacia él en otros momentos de la relación.
Antes de este episodio el hombre, de 41 años de edad, había sido denunciado por la mujer, de 36, en otras tres ocasiones, una de ellas por presunta violación, aunque la acusación no pudo sustanciarse. El hombre permanece en prisión preventiva desde entonces por acumulación de otras imputaciones.
La fiscal solicita una condena de 4 años de cárcel y una indemnización de 4.793 euros por las lesiones, y otros 10 meses de prisión por los dos delitos de violencia doméstica, uno de ellos por darle un puñetazo tras una discusión en la madrugada del 9 de marzo del mismo año, y otro el 10 de agosto por tirarle un cuadro a la cabeza en el domicilio que compartían en Cala Blanca. En esa ocasión la mujer le dio varias patadas y llegó a clavarle un cuchillo en el tronco. Ambos resultaron con diferentes heridas.
Por esta agresión y por haberle golpeado con el tacón de su zapato minutos antes del atropello en el interior del vehículo tras una discusión, la fiscal pide para la mujer 10 meses de prisión por dos delitos de violencia doméstica e indemnización de 1.307 euros al hombre.
La mujer declaró a este diario durante la semana que permaneció en el hospital por las múltiples fracturas costales que sufrió y la quemadura en la espalda por rozamiento y marcas de neumático, que nunca le perdonaría. El hombre sufrió heridas contusas en la cara y arañazos.
La mujer había acudido en su búsqueda a la parada de taxis de la Plaza de Ses Palmeres. Dentro del vehículo discutieron, ella le agredió con el zapato y él la agarró, la sacó del coche arrastrándola y la dejó en la acera. Arrancó el vehículo para marcharse, momento en que la arrolló y abandonó el lugar hasta ser detenido.