Sin que Menorca pueda llegar a considerarse como un remanso de paz absoluto, porque aquí se dan prácticamente toda clase de delitos aunque en números proporcionalmente inferiores a otros lugares, lo cierto es que esta Isla continúa siendo, con diferencia, la más segura del Archipiélago.
El balance que sirve el Ministerio del Interior correspondiente al último ejercicio acentúa la posición de Menorca como el territorio balear con una incidencia delictiva menor. La tasa de criminalidad por cada 1.000 habitantes está en 36 delitos o faltas, mientras que en Mallorca llega a los 53, en Eivissa a los 58 y en Formentera a los 44 en los doce meses del ejercicio anterior. Menorca queda, por tanto, hasta 16 puntos por debajo de la media balear, que está en 52, lo que consolida su posición como destino seguro que también resulta determinante para la promoción de la Isla como lugar vacacional o para fijar la residencia.
El archipiélago balear, sin embargo, en cifras globales sigue siendo la comunidad con mayor incidencia proporcional al número de habitantes, seguida de Madrid y Catalunya, aunque la estadística actualizada por el Ministerio no tiene en cuenta la población flotante de las zonas turísticas de las islas que la incrementa por razones obvias en los meses de temporada.
En relación al año anterior a la pandemia
-2019- el número de delitos denunciados en Menorca bajó un 4,7 por ciento, aunque todavía en 2021 hubo restricciones que pueden haber influido en las cifras al verse reducida la actividad en muchos sectores. Destaca que el número de violaciones denunciadas se haya reducido en casi el 50 por ciento pasando de 9 a 5 en estos dos años de referencia.
La mayor parte de la tipología de delitos que maneja el Ministerio del Interior descendieron en la Isla en 2021 en comparación a los de 2019, incluidos los robos con fuerza en domicilio y los hurtos, que habían aumentado considerablemente en 2019 respecto al año anterior. Una de las excepciones más acusadas a este descenso general está en el robo de vehículos que creció un 60 por ciento entre 2019 y 2021 pasando de 25 a 40, mientras que en el principal ejercicio de la pandemia fueron 19.
En comparación al año 2020 cuando la actividad delictiva en la Isla bajó un 9 por ciento, destaca que en ese año del coronavirus en que se produjo el confinamiento hubo más movimiento en casos de actividades contra la salud pública. Así están reflejados 33 episodios por tráfico de drogas, frente a los 28 de 2019 o los 25 de 2021.