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Inquietud por al menos cuatro robos en locales de Es Castell

La Policía Local detuvo a un ladrón ‘in fraganti' el día 16 pero ayer robaron 4.000 euros en un restaurante

El último robo tuvo lugar en la madrugada del jueves en el restaurante Sushi. | Josep Bagur Gomila

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Inquietud entre restauradores y comerciantes de Es Castell por al menos cuatro robos y tentativas ocurridos en los últimos días en la localidad, incluso tras la detención de un ladrón al que la Policía Local sorprendió cuando había irrumpido en la clínica dental Es Castell.

La Guardia Civil dispone de varias denuncias de los propietarios de los establecimientos a los que se había dirigido este presunto delincuente. En algunos casos ha logrado el propósito de apoderarse de dinero, y en otros no lo ha conseguido aunque ha causado serios desperfectos al tratar de quebrar puertas y ventanas.

El último de estos asaltos consumados ocurrió en la madrugada de ayer jueves en el restaurante Sushi, situado en la calle Sa Font, justo al inicio de la cuesta que baja a Calesfonts. El asaltante rompió el cristal de la ventana que da a la calle Stuart y una vez dentro se apoderó de la caja registradora y de una pequeña caja de caudales dentro de un armario que también forzó. En total se llevó algo más de 4.000 euros, entre el cambio y el dinero almacenado de la recaudación de los últimos días.

La noche más agitada fue la semana pasada, en la madrugada del día 16. Ese día el ladrón intentó robar en la cafetería Ca n'Elena, en la calle Victori. Un vecino oyó el estruendo, bajó a la calle y cuando el delincuente le vio huyó. Antes lo había intentado en el local de la Associació de Veïns, donde también se apoderó del cambio de la caja.

Más tarde irrumpió en la clínica dental, del Carrer Gran, del que es paciente, rompiendo el cristal de la puerta. Algún vecino avisó a la Policía Local que se personó de inmediato y le sorprendió dentro del local por lo que procedió a su detención. Se trata de un hombre de unos 45 años residente en el municipio. No causó destrozos en el interior aunque se hizo un corte en una mano y en el anorak por lo que dejó rastros de sangre y de las plumas de su abrigo.

Puesto a disposición judicial quedó en libertad provisional tras declarar ante el juez, por lo que en el último robo cometido en la madrugada de ayer aparece como sospechoso. La Guardia Civil mantiene la investigación abierta.

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