Un total de 397 pacientes están en lista de espera para una electromiografía en el Hospital Mateu Orfila debido a la falta de un especialista en neurofisiología, motivo por el cual el Área de Salud de Menorca licita la contratación de este servicio de pruebas diagnósticas por un presupuesto base de 297.000 euros (sin IVA).
Las pruebas de electromiografía son necesarias para evaluar el estado del sistema nervioso periférico y muscular de los pacientes y, una vez conocido el resultado, elegir su tratamiento, que muchas veces es de tipo quirúrgico, señala la dirección médica del hospital para justificar la necesidad de este contrato. Las electromiografías se solicitan por diferentes especialistas y servicios como neurofisiología, neurología, traumatología, reumatología, rehabilitación y atención primaria, entre otros, y las pueden practicar especialistas en neurofisiología, neurología o rehabilitación.
El problema una vez más es la falta de especialistas y las dificultades para cubrir las vacantes a las que se enfrenta el Servicio público de Salud, que dispone de un equipo electromiográfico en buen estado pero no de profesionales. El ‘Mateu Orfila' no cuenta en estos momentos con un especialista en neurofisiología, la única plaza disponible está vacante y las «múltiples gestiones realizadas para cubrirla han sido infructuosas», señala la directora médica, Tamara Contreras, en el informe justificativo del expediente de contratación.
A esta circunstancia se suma el hecho de que uno de los especialistas del servicio de neurología se ha jubilado recientemente, en este último trimestre de 2022, por lo que se agravan las carencias de personal para realizar este tipo de pruebas diagnósticas.
Cabe recordar que el número de neurólogos en el Hospital Mateu Orfila se amplió en 2019 pasando de tres a cuatro médicos y ahora se ha vuelto a quedar con tres especialistas.
El informe del Área de Salud señala que estos cerca de 400 pacientes están «a la espera de que se les proporcione el tratamiento específico para sus respectivas dolencias» y apela asimismo a la necesidad de cumplir con el plazo legal en la atención sanitaria especializada programada y no urgente en el Servicio de Salud, que para las pruebas diagnósticas es de un máximo de sesenta días.
De no llevarse a cabo el contrato se corre el riesgo de que la lista de espera siga «creciendo indefinidamente», advierte el informe.
El hospital no prevé que se produzca una incorporación de un especialista cualificado para llevar a cabo las pruebas electromiográficas a corto plazo, por lo que el contrato se licita por tres años iniciales pero prorrogables hasta un máximo de dos, por lo que se asegura el servicio durante cinco años.
Su valor estimado será en total, por los cinco años, de 495.000 euros: un presupuesto base de licitación de 297.000 euros para los primeros tres años y 198.000 para las probables prórrogas por una duración de 24 meses (todas las cantidades sin IVA). Para 2023 está programada una anualidad de 70.180 euros, con fecha de inicio del servicio a mediados de marzo del año próximo.
La previsión del número de pacientes que se pueden derivar en los tres primeros años del contrato es de 2.700, aunque es una estimación y la cifra puede variar en función de las necesidades del Área de Salud.
Las condiciones técnicas del contrato establecen que el servicio se prestará en las instalaciones del propio hospital, donde se cuenta con el equipamiento necesario, y con una periodicidad igual o inferior a 15 días, preferiblemente de viernes a domingo y con un total de seis días al mes.
Plan de choque
También se contempla un posible aumento de demanda que genere más lista de espera y se sobrepasen los 60 días, una situación que la adjudicataria deberá resolver con un plan de choque que podrá ser de cuatro días más al año.
Los estudios comprenderán el electromiograma cuantificado (EMG), la electroneurografía (ENG) y el informe correspondiente con los resultados.
En el contrato también se ponen condiciones al plazo para la entrega de los resultados de las pruebas, que deberá ser de un máximo de 48 horas a partir de la ejecución de la electromiografía en aquellas pruebas señaladas como preferentes y de un tope de siete días hábiles, a contar desde el siguiente a la realización de la prueba, en las no preferentes.
El procedimiento de licitación, publicado en la plataforma de contratación del sector público, es abierto y el plazo de presentación de las posibles ofertas concluirá el uno de febrero de 2023.