La Policía Local de Maó desalojó el lunes a un grupo de personas que habían ocupado una casa, propiedad del Ayuntamiento, situada en el número 45 de la calle Sant Josep.
Fueron algunos vecinos los que dieron el aviso al Consistorio al advertir la presencia de okupas en ese edificio que en tiempos pretéritos albergó una escuela infantil, entre otros usos.
Al parecer este grupo de personas formado por cuatro hombres y una mujer, de origen centroamericano, se habían instalado en el inmueble tras forzar la puerta principal hace varias semanas. Por este motivo, la Policía Local ya les había instado a que se marcharan una vez, y el pasado lunes volvió a hacerlo de nuevo. En la primera ocasión abandonaron la casa pero regresaron por la tarde.
Desde entonces han ido yendo y viniendo, preferentemente para pasar la noche en el interior, hasta que el lunes, dos agentes y un representante municipal procedieron a su desalojo pese a las protestas de uno de ellos que menospreció a uno de los dos agentes.
Esta semana algunos vecinos han informado que el Ayuntamiento está llevando a cabo algún tipo de intervención en el interior del inmueble relacionada con su seguridad y para evitar que vuelva a ser ocupado.