El guardia civil de Tráfico, que fue arrollado por un conductor ebrio en la carretera general el 23 de diciembre sigue ingresado en la UCI del Hospital de Son Espases al que fue evacuado horas después del accidente.
El agente, de 43 años, aún no ha podido ser intervenido de la fractura de la pelvis que sufrió en el siniestro, al parecer debido a una infección. Ya hace días que se le retiró la sedación aunque se mantiene con respiración asistida. Se halla consciente a la espera de su evolución para poder ser operado con la mayor prontitud posible.
El acusado de dos delitos contra la seguridad vial, lesiones y conducción temeraria se halla en libertad provisional.
Delincuentes, ladrones, homicidas y todo tipo energúmenos los ha habido siempre, y siempre los tendremos. Pero lo que no puede ser de ninguna de las maneras, es que quién tiene que velar para apartar y castigar a estos sinvergüenzas y canallas que se lanzan a la carretera podridos de alcohol, les dejen en libertad y con sentencias de risa. Que no hacen más que hundir más todavía a las victimas y al resto nos crea una inseguridad ciudadana (en todos los niveles). Coger un volante, borracho al gusto, invadir el sentido contrario las veces que hagan falta hasta destrozarle la vida a una persona; el castigo provisional es la libertad y aquí no ha pasado nada. Se ha llegado demasiado lejos. No se puede comportar este libertinaje (me refiero a la justicia) con los ciudadanos de bien. A más a más, tendría que ser obligado en las carreteras que soportan un determinado tráfico de vehículos, convertirlas en doble carril con medianera de seguridad. Ahora mismo, es lo único que nos queda para protegernos de los kamikaces. Pues ni así, nuestros ilustres gobernantes isleños, no quieren saber nada de aumentar la seguridad, aludiendo a no poner un poco más de asfalto; es eso para ellos lo más importante?????? Para llorar y no parar.