Una mujer española de 35 años ha sido puesta en libertad provisional tras pasar los últimos cuatro meses en prisión. La jueza decretó su ingreso en la cárcel tras ser detenida en septiembre, acusada de 14 delitos de hurto, estafa, robos con fuerza y violencia, la mayoría de ellos en casas donde vive gente mayor.
La vorágine delictiva en que estaba inmersa en apenas dos semanas motivó que el fiscal pidiera su encarcelamiento para que no siguiera delinquiendo.
Ahora su abogado, José de Juan López, ha conseguido que prospere el recurso que había presentado pidiendo su libertad por el tiempo transcurrido que debe haber puesto fin a esa dinámica de continuos delitos.