El fin de semana pasado, en la urbanización de Cala en Porter, un perro fue envenenado en el jardín de la vivienda de sus propietarios. El caso ha sido divulgado por la Protectora de Animales de Maó, que recomienda pasear con precaución por la zona. Según relatan los afectados, que ya han avisado a la policía, alguien mezcló veneno para ratas con carne que quedó al alcance del animal, en el área verde de una vivienda privada. Al ingerir la mezcla, el perro se intoxicó, pero se pudo salvar por la rápida actuación de los propietarios y el veterinario.
Alerta por la procesionaria
Desde la Protectora de Animales de Maó también alertan a través de sus redes sociales de que ya se han avistado filas de orugas procesionarias en algunas zonas de Menorca. Una de ellas, advierten, es en el área donde se construye el nuevo aparcamiento ubicado en la avenida Fort de l'Eau, entre la avenida Port de Maó y el Paseo Marítimo. Hay que recordar que la presencia de este insecto puede poner en riesgo la salud y, en ocasiones, la vida de los perros.
Siendo un hecho deleznable, lo cierto es que hay mucho desaprensivo suelto, que pasa olímpicamente de respetar a sus vecinos y le importa una higa que estos no puedan descansar por culpa de su perro ladrador. Todo tiene un límite y en determinadas circunstancias a todos se nos pueden cruzar los cables y tomar una decisión drástica, aunque en sí misma esté muy mal. A ver si esto sirve de lección para muchos dueños de animales molestos.