Coaccionó a la que había sido su pareja después de insultarla gravemente el mismo día en el que acabaría acudiendo a su domicilio de Es Castell para acabar propinándole una paliza.
Los hechos, calificados por el fiscal como un delito de coacciones y otro de lesiones por las consecuencias de los golpes que le dio, le han supuesto una sentencia condenatoria de dos años de prisión, uno por cada uno de los delitos reflejados en el escrito de acusación.
El magistrado-juez, Antonio Fernández-Montells, estima probado a partir del juicio oral celebrado la semana pasada, que el acusado, un hombre natural de Brasil, de 32 años, insultó, coaccionó y agredió a su expareja en la madrugada del 29 de marzo de 2021. El acusado admitió los hechos recogidos en la calificación del fiscal en la vista oral.
La prueba periférica, que es el parte de asistencia médica, y el informe de la médico forense, corroboran que aquel día el acusado, en presencia de los dos hijos menores de la mujer, la agarró del pelo y la tiró al suelo propinándole varios golpes por el cuerpo y por la cara mientras le decía que la iba a matar y la insultaba.
Antes le había enviado varios mensajes de whatsapp con insultos y al presentarse en su casa de Es Castell la amedrentó para que le abriera la puerta si no quería que exhibiera fotos suyas.
Los golpes que recibió la mujer le obligaron al ingreso en el Hospital Mateu Orfila y tardó cinco días en sanar, uno de los cuales fue de perjuicio grave.
En el juicio su abogado apeló a las dilaciones indebidas por el retraso en la celebración de la vista, que no ha considerado probadas el juez, de ahí que no se haya aplicado el atenuante.
Su ingreso en prisión depende de que el magistrado acepte la suspensión de la condena que pedirá su abogado ya que los dos delitos por separado no suman más de un año de prisión -en principio, han de ser un mínimo de dos años para entrar en la cárcel-, y el agresor carece de antecedentes penales computables. Sí deberá indemnizar a la víctima con 500 euros por las lesiones que le ocasionó y no podrá comunicar con ella en 6 años ni estar a menos de 100 metros de donde se encuentre.